viernes, 12 de octubre de 2012

Lo políticamente incorrecto



Bienvenidos a mi blog. Me gusta escribir, me gusta decir lo que pienso. Encontré esta forma. Posiblemente pase mucho tiempo entre post y post, quizás no. Tal vez me conozcas y tal vez no. Lo que me importa que te llegue cada oportunidad que me leas es una idea y la idea de la que quiero hablar hoy es la de lo políticamente incorrecto.

Durante la historia nos mandamos muchas cagadas como especie, algunas realmente terribles. Pasamos por monarquías, aristocracias, esclavitud, autoritarismos, masacres, holocausto, apartheid, etc. El siglo XXI comenzó con la idea fija de que todos somos iguales y de que el que considere lo contrario es un facho o un nazi. Se armó una idea alrededor de lo que es lo políticamente correcto, es decir, como debemos comportarnos cuando nos relacionamos con los demás para no ser socialmente mal vistos. Entonces, nos enseñan cómo debemos decir las cosas, que términos no debemos utilizar y cuáles si. Hasta hace poco yo me consideraba un fan de lo políticamente correcto. Me encantaba corregir a amigos cuando llamaban oriental a algún asiático por ejemplo. Sin embargo, hace poco presencié un debate donde cambió un poco mi opinión y a partir de ahí me empezó a parecer no sólo importante, sino también sano y prometedor lo políticamente incorrecto.

No quiero extenderme contando cómo fue el debate en cuestión pero hay algunos puntos que son importantes recalcar. Yo estaba como oyente y un orador, hablando de la discriminación, dijo la frase hecha: "No seamos intolerantes". Ni bien tuve la oportunidad pedí la palabra y le pregunté si al pedirnos que no seamos intolerantes, nos estaba aconsejando por consiguiente que seamos tolerantes. A partir de ahí comenzó una discusión sobre el significado semántico de la palabra que no viene al caso, pero la verdad es que me dejó pensando mucho y pude sacar algunas conclusiones.
Lo políticamente correcto es ser tolerante. Es decir, soportar (casualmente tolerare en latín), aguantar, no hacer nada al respecto. ¿Yo quiero que sean tolerantes conmigo? ¿eso es un símbolo del progreso? Yo conjeturo que no. Creo que siendo tolerantes y políticamente correctos no modificamos de manera alguna nuestra conducta discriminatoria y separatista. A mi entender, esta se afianza al intentar negar las cosas que nosotros pensamos, cuando las tapamos con lo que decimos. Sentimos de una forma, no lo neguemos porque si lo negamos vamos a seguir sintiendo de la misma forma  y no vamos a poder encontrarnos auténticamente con el otro.

Mi propuesta es quizás un tanto revolucionaria. A mi entender el camino para progresar como sociedad es el camino de la autenticidad. Digamos lo que pensamos y no lo que el otro quiere escuchar. De esa forma posiblemente nos ganemos enemigos, insultos y hasta golpes. Pero una cosa es segura y es que vamos a aprender. Si una persona cree que el chico que cuida los autos en la cuadra de su casa va a robarle, no le sonría cada vez que lo vea para hacerse el amigo y zafar porque de esa manera, el prejuicio nunca va a desaparecer. Por el contrario, esa persona debe acercarse al chico y plantearle su impresión. Si, la posibilidad de que le roben existe, pero muy probablemente el chico invite a nuestro hipotético sujeto políticamente incorrecto a conocerlo. A partir de ahí el vínculo será genuino y la persona habrá modificado su conducta.

Conclusión: Seamos políticamente incorrectos.


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